Dra. Georgina Bustamante
Coordinadora de CaMPAM, la
Red y Foro de Gestión de Areas Marinas Protegidas del Caribe del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el Caribe[1]
La dramática caída
de los recursos pesqueros y el deterioro de los ecosistemas costeros en los
últimos 50 años por causa de la sobrepesca y otros usos inadecuados ha llevado
a los conservacionistas a buscar soluciones drásticas. Esas soluciones se han
centrado mayormente en la creación de áreas marinas protegidas (AMP) de
diferente categoría de gestión. Se sabe que la mayoría de las más de 300 AMP
del Caribe se gestionan de manera ineficaz, y algunas sólo tienen sus límites
trazados, a veces sin fundamento científico, y hasta carecen de un sistema
regulatorio o personal calificado para su gestión.
No hay receta
única para la conservación de los ecosistemas costeros y la restauración de sus
servicios ecológicos, no obstante, la experiencia de los últimos 20 años sugiere
que, para ser eficaz, la gestión de una área marina protegida en el Caribe debe
cumplir lo siguiente: 1) poseer personal calificado de dirección y protección;
2) administrarse con enfoque empresarial; 3) generar actividades productivas sostenibles
e incentivos sociales para los pobladores locales; 4) educar a niños, jóvenes y
adultos en los valores naturales y culturales del área; 5) cooperar en la
organización de los pescadores en asociaciones que combinen la pesca y el turismo
responsables y 6) compartir la administración gubernamental con entidades privadas
con vocación conservacionista y/o intereses ecoturísticos y 7) integrarse a un
sistema más amplio de manejo de la zona costera del país o la región. Las áreas
protegidas que no han cumplido estos elementos han fracasado en su
gestión.
Para lograr
el éxito, cada país debe buscar soluciones creativas que usen la tecnología más
reciente, las normativas más avanzadas y el capital humano a su disposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario